En la foto: Gilipollas sufriendo por una enfermedad que no conoce de alguien que no sabe ni quién es.
Un estudio publicado por la Universidad de Spontiak ha concluido que las personas que se creen muy empáticas junto a otros síntomas como que son los creadores de su destino o que el universo conspira por ellos, son en realidad gilipollas. Publicar a diario en Redes Sociales mensajes supuestamente en pro de poblaciones desfavorecidas en búsqueda de la autosatisfacción e incluso el onanismo parece ser el mayor potenciador de esta creciente enfermedad.
El análisis indica que ciertos síntomas con los que se puede detectar un gilipollas es el uso de eufemismos para tratar con poblaciones desfavorecidas, generar mensajes desde un usuario de Twitter anónimo criticando desde su empatía a los que no están de acuerdo con él/ella o yendo a un Hotel Rural para quejarse de la existencia de gallinas. “Normalmente hablamos de gente que lucha por causas que en el fondo no saben ni lo que es y ni tan siquiera pertenecen a una entidad al respecto o colaboran con ella, alegando como excusa que ‘pagan sus impuestos’ o haciendo recolectas benéficas por su cumpleaños en Facebook para que parezcan altruistas con el dinero de sus amigos”.
El escrito concluye que la técnica para la curación de los mismos consiste en pasar una época sin hacerles ni puto caso. Una vez entendido que su vida e ideas son una mierda y no le importan a nadie, toma conciencia de la patología y se pone en tratamiento, dado que normalmente al día siguiente ya ni se acuerdan de las causas que han defendido el día anterior.