Y ya directamente podemos irnos a los inicios anglosajones. En España el mismo merece capítulo aparte dado que es un hecho, a excepción de casos sueltos como los de Gila, Pepe Rubianes o incluso Andrés Pajares o Emilio Aragón (la primera aplicación de stand-up de manual que he encontrado en España), casos que ya hemos tratado en el blog (https://santicomico.com/sistema-de-citas-de-refugio/), relativamente tardío. Así que, ¿de dónde sale esto de los monólogos?.
Ya de salida, pedir disculpas al que esté metido en el mundillo y quiera evadir el término “monólogo” aplicando stand-up como especialidad. Pero así nos entenderá mucha más gente profana. Al fin y al cabo, vivimos actualmente un momento, al menos a modo de opinión personal, en el que se está empezando a ver venir el “big bang” de la comedia en este formato en nuestro país, con un formato que aquí lleva funcionando unas décadas y que en USA está relativamente cerca de cumplir… Dos siglos. Así que al lío.
El origen de la comedia stand-up (que no el término “stand-up”, que apunta a utilizarse de forma muy posterior, ya entrada la segunda mitad de siglo XX) ha sido objeto de estudio incluso a nivel científico (Double, 2014 & 2017) y todo apunta a que nació como solución a los intermedios excesivamente largos que se llegaban a producir en otros shows más relacionados con el vodevil, la forma principal de entretenimiento en la época pre y post-Guerra Civil Estadounidense. Cuando entre número y número debía haber un cambio de escenografía, instrumentos o incluso ropa, se optó por buscar la forma más simple de entretener al público en una línea coherente al resto del show: Una persona sólo con un micrófono y a contar historias divertidas o directamente chistes. Vamos, que si la sencillez escenográfica del stand-up es uno de los motivos por los cuales el mismo es programado con bastante asiduidad (no nos engañemos), también es motivo ni más ni menos de su origen.
Dichos interludios comenzaron a gozar de gran popularidad y copar más protagonismo del esperado. Incluso, algunos autores de la época prestaron atención al mismo y empezaron a escribir piezas que hoy día se pueden considerar los antepasados del texto stand-up actual, destacando por ejemplo Mark Twain (Tom Sawyer, Huckleberry Finn, El Príncipe y el Mendigo, etc), que desarrolló rutinas durante casi una década (Lee, 2006) y especialmente Artemus Ward (de nombre real Charles Farrar Browne), considerado para muchos el primer comediante en la especialidad.
El stand-up y su cotidianidad (Boskin, 2000) encajaba muy bien con las temáticas del burlesque de la época (pastelazos en la cara pre-slapstick, la persecución femenina, la esclavitud, los problemas de dinero, suegras, mujeres-machismo o incluso el desafío a la autoridad y el humor sexual o “verde”, que en ese caso era denominado “azul”). De hecho, otras fuentes ubican un tanto más adelante (1880 a 1890) la irrupción de comediantes como Charlie Case creando un contenido mucho más cercano a la parodia y la sátira, desarrollando un estilo de comedia ya con mucha similitud al actual. Posteriormente, en la década de los 20s y 30s empiezan a proliferar de forma bastante más habitual comediantes, destacando nombres como los de Frank Fay, Will Rogers (que llegó a convertirse en la estrella mejor pagada de Hollywood) o el universalmente conocido Bob Hope. Y, a partir de ahí, todos los nombres que conocemos y que han acabado llenando auditorios y pabellones como el Madison Square Garden: Lenny Bruce, Andy Kaufman, Bill Cosby, Richard Pryor, Steve Martin… Hasta los actuales.
REFERENCIAS:
- Boskin, J. (Ed.). (1997). The humor prism in 20th-century America. Wayne State University Press.
- Double, Oliver (2014), Getting the Joke: The Inner Workings of Stand-Up Comedy, London & New York: Bloomsbury.
- Double, O. (2017). The origin of the term ‘stand-up comedy’. Comedy Studies, 8(1), 106-109.
- Lee, J. Y. (2006). Mark Twain as a Stand-up Comedian. The Mark Twain Annual, (4), 3-23.
Biografías:
https://es.wikipedia.org/wiki/Frank_Fay
https://es.wikipedia.org/wiki/Will_Rogers