¿Quién se ha llevado mi máster? de Tomás Fuentes.

Pese a que actualmente se ha recortado terreno, sabemos que la mayoría de referencias importantes en materia de comedia (especialmente stand-up) están en Madrid. Sin embargo, hubo un tiempo en el que la comedia que se hacía en Cataluña estaba varios pasos por delante (probablemente y entre otras cosas por la influencia de series muy potentes de comedia británicas emitidas en los 80s y 90s en TV3) de lo que se hacía en el resto de España. Referentes como el propio Buenafuente, Alfonso Arús (reconvertido en presentador de matinales), Toni Soler o incluso si me apretáis, La Trinca (con sketches que creo incluso versionearon de Monty Python) fueron punteros a la hora de hacer algo diferente a las imitaciones o a los chistes de topicazos.

De esa generación ha salido una siguiente plagada de buenos guionistas y presentadores (Óscar Dalmau por poner el ejemplo más visible) entre los que precisamente destaca Tomás Fuentes, ya sea por compartir programa precisamente con Óscar Dalmau, por haber escrito durante años texto y monólogos para Andreu Buenafuente o incluso por sus noticias falsas en “El Mundo Today”.

Tomás publicó el pasado diciembre bajo el nombre “¿Quién se ha llevado mi máster?” una doble sátira: En formato y presentación a aquellos famosos libros amarillos de autoayuda que se hicieron conocidos hace poco más de una década y que se hartaron de vender en Empresa Activa y en contenido a la situación de mentira política (y sobre todo, de los políticos) actual.

En el mismo habla por supuesto de los másteres (el libro está creado en plena ebullición del caso Cristina Cifuentes), pero también de forma muy irónica, de las mentiras y procesos fraudulentos de los políticos, su mensaje o incluso de las puertas giratorias, con una propina final al cambio ideológico que ha ido sufriendo con los años el ex-presidente Felipe González.

Un libro de lectura rápida (me lo he despachado entre ayer por la tarde y un rato esta mañana) y amena, esquivando esos libros que saturan de contenido simplemente para justificar un precio. Una referencia ligera, muy cargada de mala ostia, eso sí, y bastante divertida.

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