Vayamos a ser sinceros de salida: El trabajar como cómico-monologuista en eventos es una arma de doble filo de mucho cuidado. Por un lado puede ser, especialmente a nivel económico, más goloso que un bolo convencional pero, por otro, en ocasiones se pueden convertir en una tortura o un sonoro fracaso incluso para cómicos mucho más contrastados que tú y que yo (basta que veas lo de Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes en los Goya).
Sin embargo, la experiencia vivida este fin de semana en Hospitalet, en un evento en el que ya he tenido la suerte de participar y colaborar en otras ediciones en una varienta no sé si decir más seria (sí tal vez convencional), ha sido una de las más positivas desde que hago algo parecido a monólogos.
Organización espectacular (lógicamente no podía ser menos dadas las empresas implicadas incluyendo al propio Ayuntamiento de Hospitalet), instalaciones del Hotel Santos Porta Fira no menos espectaculares (4 estrellas superior en plena entrada a la Fira) y destacar el trato humano de componentes muy destacados por su currículum. Por mi parte agradecer a:
- Vicente Javaloyes y Manel Valcarce como representantes del evento (incluyendo a todo el equipo y empezando por Eva Gómez Toro).
- La calidad de ponentes con los que tuve oportunidad de compartir algún momento, incluyendo gente como Xesco Espar (ex-entrenador FC Barcelona de balonmano) o Fernando Salinero (escritor) entre otros.
- Destacar el trato de auténticos cracks como Audie Norris o, sobre todo, Fernando Romay y su colaboración durante el propio monólogo de la cena.
Pero no nos engañemos, hoy cuento una experiencia digna de recordar y esto muchas veces no es habitual en los eventos (cumpleaños, fiestas, cenas de empresa). Vamos al turrón. Aunque no tengo una experiencia espectacular al respecto, sí que algunas cosas que destacar si no has tenido la experiencia:
PROS:
- Están bastante mejor pagados que los bolos convencionales por norma general.
- Pueden generar contactos para nuevos eventos u otro tipo de networking.
- En general, son buenas plataformas para que te conozca también gente menos habitual de los bares y café-teatros.
- Alguno lo consideraría un “contra”, pero a mi particularmente me gusta el hecho de poder cambiar cierta parte del repertorio o “set” habitual por otro más específico. Ayuda a seguir escribiendo, generar nuevas ideas e incluso, obligarse a ser creativo.
CONTRAS (o más bien, cosas a tener en cuenta):
- Debemos ser conscientes de que no somos los protagonistas del mismo. Es decir: No te vengas arriba, no alargues las participaciones (mejor que la gente se quede pudiendo haber escuchado 5 minutos más que no ya agobiados), entiende que no tengan que estar riéndose a cada chiste.
- Requieren cierta preparación diferente a la de un bolo, hablando con gente de la organización para recabar datos y luego incluso realizar chistes sobre la empresa, cumpleañero, etc.
- No siempre el equipo de sonido va a ser profesional y debemos lidiar con ello. También incluso podemos hablar con los organizadores de forma previa y hacer algunas recomendaciones o llevar nuestro propio equipo cobrando un pequeño suplemento (para mi, lo más recomendable).
- Lo peor de todo: La gente igual no está por ti e incluso a la hora que nos toque actuar alguno va a ir con alguna copa de más, así que el riesgo de heckleo es bastante mayor que en un bolo convencional.
Web del evento: https://sportsymposium.es/